MEZQUITA ESTAMBUL DE BOGOTA- DAWAH PARA LAS AMERICAS: Mezquita Estambul de Bogotá

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Pagina oficial de la Mezquita Estambul de Bogota

EN EL NOMBRE DE DIOS, EL CLEMENTE, EL MISERICORDIO بسم الله الرحمن الرحيم -------------------------------------------------------------------------------- TIPS AQUIDA Si saludas a un hermano con un As salamu aleykum ganarás 10 bendiciones Si lo saludas con un As salamu aleykum wa Rahmatullaih ganarás 20 bendiciones Pero si lo saludas con un As salamu aleykum Wa rahmatullaih wa barakatuhu ganarás 30 bendiciones. ♦TEMA DE LA SEMANA♦ NADA MERECE SER ADORADO SALVO ALLAH Fue narrado que la llave del paraíso es la declaración de fe (que nada merece ser adorado salvo Allah), ¿Acaso quién lo pronuncia merece ingresar al paraíso? Wahb ibn Munabih fue preguntado: ¿Acaso la ilaha ila Allah es la llave del paraíso? El respondió: claro que sí, pero cada llave tiene sus dientes, una llave con dientes es válida para abrir la puerta, pero una sin dientes, es inservible. Hay muchos hadices de nuestro Profeta (sws), que muestran los dientes de esta llave, tal como: “Quién atestigüe que nada merece ser adorado salvo Allah con sinceridad….”con el corazón lleno de certeza y fe…” diciéndolo sinceramente de corazón.” Como vemos estos hadices explican que las condiciones para ingresar al paraíso son el conocimiento de su significado, la entrega a sus enseñanzas y llevar sus significados con fe en el corazón, y aplicando en sus enseñanzas en la vida diaria hasta la muerte, entre otras. Los sabios han concluido de estos hadices del profeta (sws), las condiciones en la declaración del monoteísmo (Tawhid), para que el testimonio (La ilaha ila Allah) sea válido como llave para ingresar al paraíso, estas condiciones representan los dientes de las llave; y son:

El buen caracter

El Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) era quien poseía el más noble carácter, era el más generoso y temeroso de Allâh, por eso Allâh lo elogió en el Qurân diciendo: “Y estás hecho de un carácter magnánimo” (Sûrah Al Qalam [68], âyah 4). Los sahabah (radiallâhu ‘anhum) pidieron a A’isha (radiallâhu ‘anha) que les hablara acerca del carácter de Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam), ella dijo: “Su carácter era el Qurân”. Su respuesta es la confirmación de que cada orden en el Qurân estaba también presente en la vida del Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) y cada cosa prohibida que está en el Qurân, él la apartaba de su vida. Así fue como Allâh lo moldeó con dicha perfección que se tradujo en su humildad, generosidad, valentía y tolerancia que se podían encontrar en su vida. ¿Qué se entiende por buen carácter? El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “La piedad es el buen carácter”, que significa tener buen carácter con Allâh y buen carácter con los siervos de Allâh. Respecto del buen carácter con Allâh, significa que nosotros debemos aceptar cada orden de Allâh y cumplirla de acuerdo a nuestra capacidad, si Él nos ordena la oración, el zakâh, el ayuno, etc., debemos sentirnos contentos de cumplir sus órdenes. Respecto del buen carácter con la gente, debemos evitar herir a las personas, debemos ser pacientes cuando la gente nos hiere, debemos presentarnos ante la gente con un rostro sonriente. Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) solía pedir a Allâh que le conceda un buen carácter y pedía también protección a Allâh del mal carácter. A’isha (radiallâhu ‘anha) dijo que el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) solía decir: “¡Oh Allâh!, así como has mejorado mi apariencia, embellece también mi carácter”. Abû Hurairah (radiallâhu ‘anhu) dijo que el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) solía hacer el siguiente Du‘â: “¡Oh Allâh!, me protejo en Ti de la dureza del corazón, la hipocresía y el mal carácter”. El Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) quien tenía el mejor carácter, solía decir este Du‘â después de cada salâh: “¡Oh Allâh! Guíame hacia el buen carácter, porque no hay quien me pueda guiar hacia ello, sino Tú; y sálvame del mal carácter, porque no hay quien me pueda salvar, sino Tú”. Nawâs Bin Sam‘ân (radiallâhu ‘anhu) dijo: “Le pregunté al Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) sobre la piedad y el pecado y me dijo: “La piedad es el buen carácter; y el pecado es aquello que se remueve dentro de ti y que no te gusta que la gente lo descubra”. También se le preguntó al Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) que es lo que más hace entrar a la gente al Paraíso, dijo: “El temor de Allâh y el buen carácter”; El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo también: “Los creyentes que más completo tienen su Imân son los que poseen el mejor carácter”. Nuestra Dîn exige buenos modales y una buena conducta. Si mejoramos nuestra conducta, avanzamos en nuestra religión. Hay dos tipos de conducta, una conducta buena y apreciada, y una conducta mala y despreciada. Entre la conducta buena está respetar y hablar en una forma y adecuada, hablando la verdad y también siendo paciente, tolerante, perdonador y siempre dando preferencia a los demás. Y la conducta mala es hablar de mala manera, actuando en una forma irrespetuosa, involucrándose en mentiras, en ostentación, siendo envidioso, opresor y avaro. Y la buena conducta es actuar en una forma bella, aceptar los malos tratos y responder siempre con palabras buenas. Se puede lograr la buena conducta a través de tres cosas: con conocimiento, con generosidad y con paciencia. El conocimiento guiará a la persona hacia los buenos modales y lo ayudará en diferenciar entre lo bueno y lo malo, entonces en vez de caer en la ira será tolerante y sabrá cual es la forma adecuada para solucionar los asuntos. La generosidad enseña al ser humano a ser cariñoso, enseñándole a cuidar los derechos de los demás. Se dice que la generosidad es el líder de un ejército en el cual solo hay cosas buenas. La paciencia protegerá al ser humano de tomar malas decisiones, le enseña a ser tolerante, aguantar su ira y soportar las molestias de los demás. Es la cualidad que más le ayuda al ser humano a llegar a su propósito. Existen además tres cualidades que sirven para purificar el alma de una persona: la pureza, la valentía y la justicia. La pureza protegerá al ser humano de malas cualidades, malos dichos y hechos, y lo incentivará hacia el pudor y hacia la esencia de lo bueno, lo alejará de todo lo que es detestable, como ser tacaño, mentiroso y de las murmuraciones. La valentía elevará el rango del ser humano y le enseñará la importancia de llegar a tener una situación que será bien aceptada por Allâh. Ser valiente ayuda a suprimir nuestros deseos y preferir a los demás por sobre nosotros mismos. Ser justo ayudará al ser humano a tomar decisiones a través de las cuales no se opriman los derechos de los demás ni se exija aquello que resulta imposible. Si el alma se aleja de la cualidad de la humildad, obviamente se inclinará hacia la soberbia y se alejará del pudor. Si el alma se aleja del cariño y la bondad, se inclinará hacia la dureza y hacia la tosquedad. Si el alma se aleja de tener cualidades que ablandan el corazón, se inclinará hacia defectos que lo endurecen. Si el alma se aleja de apreciar a los demás, se inclinará hacia el desprecio. Si el alma se aleja de ser valiente, se inclinara hacia la cobardía. Si el alma se aleja de aceptar las decisiones de Allâh, se inclinará a la avaricia y se quejará del decreto de Allâh sin aceptar las decisiones de Allâh sobre su sustento. Si el alma se aleja de la misericordia, se inclinará hacia la destemplanza. La persona con buena conducta es siempre apreciada, amada y querida. La gente se beneficia de su presencia, de sus palabras y de su silencio. El mejor ejemplo de esto es el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). Queridos hermanos y respetadas hermanas, roguemos a Allâh para que nos de la habilidad de entender estas palabras y corrija nuestra conducta y nos de el carácter de Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). Âmîn. Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh

Allah ésta a cargo de nuestro sustento

Jutbah del Viernes Viernes 4 de Mayo de 2012 Ÿumu‘ah, 13 de Ÿumadal-Ajir de 1433 En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos guiado al Camino Recto, habernos honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Que Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, aquel que transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por orden de Su Señor. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros. Hermano y hermanas, nuestra Jutbah de esta semana trata acerca de como Allâh se ha encargado de nuestro sustento: El Rizq (sustento) es un tema acerca del cual toda la humanidad está preocupada. Salvo algunos, las personas se matan unos a otros por él; compiten por él; el ladrón roba por él; el adultero peca por él; el corrupto paga soborno por él; un hermano mata a su propio hermano por él; se rompen lazos familiares por él. Este es el tema por el cual la gente mata y roba; es el tema del cual Allâh mismo decidió encargarse. La responsabilidad del Rizq es algo que Allâh ha tomado antes que el ser humano llegara a la tierra. Allâh dice en el Qurân: “No hay ninguna criatura en la tierra cuya provisión no recaiga sobre Allâh y de la que Él no sepa su morada y su depósito. Todo está en un libro claro” (Sûrah Hud [11], âyah 6). Respecto del tema del sustento, siendo creyentes tenemos que entender 4 fundamentos, si entendemos y tenemos la certeza absoluta sobre estos fundamente no deberíamos preocuparnos tanto y no angustiarnos tanto sobre nuestro sustento: 1)Tener la certeza absoluta en que Allâh a ha tomado la responsabilidad del sustento de toda la humanidad y no ha dejado esta responsabilidad en la mano de ninguna criatura o creación de Suya, por eso tenemos que pedir solo a Él por nuestro sustento. Allâh dice en el Qurân: “Y en el cielo está vuestro sustento y lo que se os ha prometido. Y por el Señor del cielo y de la tierra que todo esto es tan cierto como que habláis” (Sûrah Adh-Dhâriât [51], âyât 22 y 23). Allâh explica en este versículo que el sustento de toda la humanidad está en el cielo, seao pecador, creyentes o incrédulos. 2)Tener la certeza absoluta en que el Rizq busca al ser humano a través de toda la creación. Como dijo Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “El sustento busca su dueño mas que le busca su muerte”. En otro hadîth el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Una persona no ha de morir hasta que consuma completamente su sustento”. 3)Tener la certeza absoluta en que el distribuidor del sustento es Allâh, el Señor de todos los mundos. Dijo el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Ciertamente que la creación de cada uno de vosotros, se reúne en el vientre de su madre: Durante 40 días en forma de un germen, luego es un coágulo por un período igual, después un pedazo de carne por un período igual y luego se le envía el ángel que sopla el espíritu en él, y se le encomiendan cuatro asuntos: Escribir su sustento, el plazo de su vida, sus obras y si será feliz o desgraciado”. Allâh ha escrito o predestinado el sustento del ser humano, además lo ha distribuido, y esto es un tema que ya está decretado. Una vez una persona estaba sufriendo de hambre y una sed severa, entonces mando a un amigo a buscar comida y agua donde otra persona cuando su amigo llego a la puerta escucho a alguien recitando los siguientes versículos: “¿A cuántos animales que no llevan consigo su provisión, Allâh los provee, al igual que hace con vosotros? Él es Quien oye y Quien sabe” (Sûrah Al-Ankabût [29], âyah 60). Entonces esta persona se detuvo y dijo: “Por Allâh mi amigo y yo somos mas honrados ante los ojo de Allâh que los animales” Entonces regreso sin pedir nada y cuando llegó donde su amigo encontró el Rizq que les otorgó Allâh a ambos. Allâh dio al Profeta Sulayman (‘alihis-salam) el don de reinar sobre la humanidad, los genios, el reino animal y todas las fuerzas de la naturaleza. Un día, Sulayman (‘alihis-salam) suplicó a Allâh que quería invitar a toda la creación a una cena, sin que nada de la comida se desperdiciara y sin que ninguna criatura quedara sin ser alimentada. Los genios trabajaron en calderos gigantes durante años y se encargaban del mantenimiento de los alimentos. Sulayman (‘alaihis-salam) pidió permiso para invitar a la creación de Allâh y le preguntó si debería invitar primero a las criaturas de la tierra o las criaturas del mar, y Allâh dijo que primero las criaturas del mar. Un pez nadó hacia arriba y abrió su boca, en la que los genios comenzaron a vaciar los alimentos. Este pez era tan grande que por sí solo consumió todo lo que había sido cocinado. Los demás peces esperaban con sus bocas abiertas, mientras los genios terminaban con todo el alimento con solo una criatura de Allâh. Sulayman (‘alaihis-salam) quedó muy sorprendido, entonces el pez dijo: “Yo doy testimonio de que Allâh me da de comer todos los días tres veces más de lo que me has alimentado hoy!”. Allâh no solamente tomó la responsabilidad de alimentarnos a los seres humanos sino que hasta los animales, los insectos y los peces. Hasta que Allâh tomo la responsabilidad de sustentar a Iblîs (Shaitân). En un hadîth sahîh, Iblîs dijo a Allâh Subhânahu wa Ta‘âla: “¡Oh Allâh! Tú has tomado la responsabilidad de dar sustento a toda la creación, ¿Y yo? ¿Qué pasa conmigo?”. Iblîs, aquel ser que fue en contra de la orden de Allâh, quien rechazó hacer suÿûd ante Adam (‘alaihis-salam) y fue expulsado del Paraíso; el mismo dijo: “¡Oh Allâh! ¿Y mi sustento?”. Acaso Allâh lo privó de su sustento, no, Allâh lo dijo en hadîth sahîh: “Tu recibirás tu sustento donde Mi nombre no es mencionado”. Por eso Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo que cuando hombre entra en su casa sin saludar con el salam y sin mencionar a Allâh al comer o beber, el Shaitân dice: “Acá hay comida y alojamiento”. Entonces nosotros siendo la creación más honrada por Allâh, no tenemos que preocupar tanto de nuestro sustento, siendo que el Shaitân ya tiene su propio Rizq destinado. 4)Tener la certeza absoluta que la distribución del sustento de Allâh es por Su conocimiento y sabiduría (‘ilm y hikmah). Él sabe como, donde, cuanto, y cuando vamos a recibir nuestro sustento. A veces Allâh da a algunas personas mucho y a otras poco, por que Él sabe que es mejor para Su siervo. Por eso un creyente siempre esta contento de la cantidad del sustento que recibe de Allâh. Por eso un creyente, no importando la cantidad del sustento que recibe, siempre dice Alhamdulillâh ‘ala kullih hal (gracias a Allâh por todas las cosas). No sirve correr detrás de nuestro sustento cometiendo harâm, es decir, adoptando medios ilícitos para obtener nuestro rizq, cuando Allâh ya lo había destinado. Terminamos nuestra Jutbah de este viernes con un Hadîth Qudsi donde Allâh dice: “¡Oh siervo mío! Si tú estás contento con la distribución del sustento para tí, te daré la tranquilidad en tu corazón y en tu cuerpo y tu serás honrado en mis ojos. Al contrario si tu no estas contento con mi distribución del sustento para ti, hare que el mundo te controle y tu correrás en este mundo buscando tu sustento como un animal salvaje corre en la selva, y tu serás deshonrado ante mis ojos”. Queridos hermanos y respetadas hermanas, roguemos a Allâh para que nos de la habilidad de entender estas palabras y la certeza en que el Rizq llega directamente de Allâh, el Señor de los mundos. Âmîn. Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh